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Terapia focal para el cáncer de próstata: Un enfoque innovador hacia la curación

El cáncer de próstata es la neoplasia sólida más frecuente entre los hombres, y su tratamiento ha experimentado avances significativos en las últimas décadas. Cuando nos preguntan sobre el cáncer de próstata, nos viene a la cabeza dos cosas: cirugía radical y disfunción eréctil. Pero cada día existen nuevas terapias que reducen los efectos secundarios.  Entre las opciones terapéuticas emergentes, la terapia focal ha ganado atención como un enfoque innovador y prometedor para abordar de manera selectiva únicamente las lesiones cancerosas, preservando al mismo tiempo la calidad de vida de los pacientes.

¿Qué es la Terapia Focal?

La terapia focal consiste en tratar de manera selectiva únicamente las áreas afectadas por el cáncer de próstata, en lugar de abordar toda la glándula, como hacen la cirugía robótica y de la radioterapia. Este método personalizado busca minimizar los efectos secundarios y preservar la función sexual y la continencia. A través de la terapia focal, el urólogo busca lograr un equilibrio crucial entre la erradicación del cáncer y la conservación de la calidad de vida del paciente. Los avances de los últimos años en Resonancia Magnética Multiparamétrica nos permiten detectar lesiones sospechosas, y mediante la biopsia robótica dirigida podemos biopsiar dichas lesiones con una precisión muy alta.

Existen distintas técnicas de Terapia Focal:

  1. Ablación con HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad): Esta técnica utiliza ondas de ultrasonido para destruir las células cancerosas de la próstata. La precisión del HIFU permite focalizar la energía en áreas específicas, minimizando así el daño a tejidos circundantes.
  2. I.R.E. (electroporación irreversible): Esta técnica consiste en la aplicación controlada de pulsos eléctricos intensos a las células cancerosas. Estos pulsos crean poros en la membrana celular, llevando a la pérdida irreversible de la integridad de la membrana y causando la muerte celular.  La electroporación irreversible destaca por su especificidad y capacidad para tratar tumores localizados, con importantes avances al minimizar los efectos secundarios y preservar las funciones normales del órgano afectado. Además, su gran ventaja es que no es una terapia térmica, es decir no actúa mediante aumento de la temperatura en el tejido.
  3. F.L.A. (Focal Laser Ablation):  Implica el uso de energía láser para destruir selectivamente las células cancerosas. Guiado por imágenes de alta resolución, el láser se dirige con precisión a las áreas afectadas, generando calor que desencadena la coagulación y destrucción de las células malignas.  La ablación por láser destaca por ser una técnica muy precisa.
  4. Crioterapia: La crioterapia implica el uso de temperaturas extremadamente bajas para congelar y destruir las células cancerosas. Los avances tecnológicos han permitido un control más preciso de la temperatura, mejorando la efectividad y reduciendo los riesgos asociados.

Ventajas de la Terapia Focal:

  1. Menos Efectos Secundarios: Al focalizar el tratamiento en áreas específicas, la terapia focal reduce significativamente los efectos secundarios adversos en comparación con tratamientos más invasivos que afectan a toda la glándula como puede ser la prostatectomía radical y la radioterapia/braquiterapia.
  2. Conservación de Funciones Normales: La preservación de la función eréctil y la continencia urinaria es una ventaja crucial de la terapia focal, mejorando la calidad de vida del paciente después del tratamiento.
  3. Menor Tiempo de Recuperación: La terapia focal generalmente implica tiempos de recuperación más cortos en comparación con procedimientos más extensos, permitiendo a los pacientes retomar sus actividades normales rápidamente.

Desafíos y Consideraciones:

A pesar de sus prometedoras ventajas, la terapia focal también presenta desafíos y limitaciones. La selección adecuada de pacientes es esencial, ya que esta técnica solo está indicada en casos de cáncer de próstata en etapas tempranas y en lesiones localizadas. Además, la elección de la energía a ser aplicada para tratar el área del tumor es crucial para lograr la curación y la mantención de la calidad de vida del paciente. La localización de la lesión, la anatomía de la próstata y de la pelvis del paciente, además de la planificación del área a ser tratada influyen en la selección de la técnica idónea de Terapia Focal para cada caso.

Conclusiones:

La terapia focal para el cáncer de próstata representa un paso significativo hacia un enfoque más personalizado y menos invasivo en el tratamiento de esta enfermedad. En casos bien seleccionados presenta tasas de curación y seguridad oncológica que la abalan como una opción real en la atención al paciente con cáncer de próstata.

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