Dieta CaP
La alimentación durante el tratamiento de cualquier cáncer de ser equilibrada, aportar los nutrientes necesarios y asegurar un aporte calórico y de vitaminas que colabore con el intenso proceso fisiológico que implica un tratamiento de una neoplasia.
La inclusión de los variados grupos de alimentos así como la frecuencia adecuada con cantidades proporcionadas son detalles que cobran aún más importancia cuando hablamos de la nutrición en pacientes oncológicos.
Esto no quiere decir que todos los pacientes que padezcan de un cáncer de próstata tendrán un estado nutricional afectado. En el caso de no presentar signos de déficits nutricionales específicos o claramente identificados por el profesional, el paciente debe de seguir una dieta mediterránea, de productos variados y de buena calidad así como mantener una correcta hidratación con suficiente aporte de líquidos, sobretodo de agua.
Algunos tratamientos para el cáncer de próstata como puede ser la radioterapia y la quimioterapia pueden conllevar a una mayor dificultad de cubrir los requerimientos nutricionales. En este punto es clave puntualizar que estamos hablando de una fuente directa de energía que es fundamental para la reacción saludable del cuerpo en el proceso de reparación y respuesta al tratamiento. Además, es importante considerar el aporte proteico de la dieta de estos pacientes, ya que es el pilar en la construcción orgánica. La pérdida de peso y deterioro del estado de nutrición puede favorecer a la mala tolerancia a ciertos tratamientos, aumentar los riesgos de complicaciones y, en definitiva, afectar el proceso que el cuerpo necesita pasar para tratarse con determinada medicación.
El peso y la intervención quirúrgica
Durante el tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata es importante intentar mantener un peso más o menos constante. El gano de masa corporal puede tener un impacto negativo directo en la recuperación postoperatoria. Por un lado, las infecciones de las heridas y las complicaciones respiratorias son más frecuentes en pacientes con peso excesivo. En segundo lugar, en el caso específico de la extirpación de la próstata (Prostatectomía Radical Robótica), el aumento del peso dificulta la recuperación del control de la orina. Incluso pacientes que recuperan la continencia urinaria de forma precoz y satisfactoria, puede presentar pérdidas de orina meses después debido al aumento de peso.
El peso y la Radioterapia
Mantener un peso constante también es importante en el tratamiento con radioterapia de la próstata. La variación de peso puede alterar la efectividad del tratamiento porque el cambio de contenido de grasa en los tejidos de la pelvis es real, y os cálculos de dosis del tratamiento son realizados con base en las imágenes y volúmenes. Las alteraciones derivadas de un cambio de peso pueden determinar un tratamiento menos efectivo y menos exacto. Otra consecuencia es el riesgo de mayor toxicidad y por ello efectos secundarios con afectación de la calidad de vida de los pacientes.
¿Cómo sería la dieta ideal?
Aquí aprovechamos para dejar unos conceptos sobre la dieta. La información que aportada no sustituye a un especialista en nutrición, que aportará información detallada y adaptada para cada persona.
- Consumir frutas y verduras a diario. De preferencia de diferentes tipos y colores, que sean de temporada y mejor si de proximidad.
- Hacer entre cuatro y cinco comidas no copiosas al día
- Garantiza un aporte calórico correcto. Dosis correctas de Hidratos de carbono y de preferencia, de cadena compleja (raíces y granos integrales)
- Consumir alimentos ricos en proteínas: imprescindibles para reparar tejidos y recuperar
- Hidratarse correctamente
- Limitar el consumo de productos ricos en sal, azúcar y gasa saturada
- Realizar comidas completas con un aporte variado de nutrientes
Estilo de vida
Sabemos que no es fácil cambiar los hábitos de la noche a la mañana. Sin embargo, tratándose de buscar la salud y el mejor estado del cuerpo y de la mente para enfrentar a una enfermedad y su tratamiento, todo el esfuerzo realizado es recompensado.
Se recomienda realizar actividad física de manera regular. Evitar pasar gran parte del tiempo en el sofá o en la cama y mantenerse activo todo el tiempo que pueda. No se trata de buscar la actividades exhaustivas, pero está comprobado que trabajar en lo físico trae beneficios al cuerpo y a la mente.