La hiperplasia benigna de próstata (HPB) es un aumento del tamaño de la próstata, una glándula que se encuentra debajo de la vejiga en los hombres. Esto puede causar síntomas como urgencia, dificultad para iniciar la micción, disminución del flujo miccional y goteo después de orinar. Cuando los síntomas empiezan a ser molestos, el primer paso habitualmente consiste en iniciar terapia farmacológica.
Hay varios medicamentos disponibles para tratar la HPB; los más comunes son los alfabloqueantes y los inhibidores de la 5-alfa reductasa. Cada medicamento tiene unas ventajas y algunos inconvenientes, por ello es importante que consultemos con el especialista antes de iniciarlos.
Los alfabloqueantes (tamsulosina, doxazosina…) bloquean la acción de las hormonas llamadas alfa-adrenérgicas, como la noradrenalina, que contribuyen a la contracción de pequeñas fibras musculares localizadas en los vasos sanguíneos así como también en la parte muscular de la próstata. Por ello, su acción es rápida (notaremos los efectos a los pocos días de iniciarlos) y son útiles para mejorar el flujo urinario. Por su acción sobre los vasos sanguíneos, también pueden ser utilizados para disminuir la tensión arterial.
Los alfabloqueantes pueden tener varios efectos secundarios. Algunos de los más comunes incluyen:
- Mareos: Como hemos comentado, los alfabloqueantes pueden disminuir la presión arterial. En personas que tienen una baja presión arterial, pueden causar mareos o desmayos. Existen alfabloqueantes más específicos del tejido prostático, como la tamsulosina, que disminuyen mucho estos efectos secundarios.
- Cefalea: aunque es poco frecuente, también pueden producir cefalea por motivos parecidos.
- Problemas de erección: Contrariamente a los que se piensa, los alfabloqueantes no producen alteración de la erección, incluso en algunos estudios se ha demostrado una mejoría del deseo sexual y la disfunción eréctil.
- Problemas de eyaculación: Pueden producir eyaculación retrógrada debido a una apertura del cuello vesical, facilitando que el semen vaya a la vejiga antes que por la uretra. Es lo que llamamos un “orgasmo seco”
- Problemas durante la cirugía de cataratas: si está pendiente de una cirugía de cataratas, no se recomienda el uso de bloqueantes alfa-1 adrenérgicos por el riesgo de síndrome del iris flácido.
Los inhibidores de la 5-alfa reductasa (5-ARI 5 alpha reductase inhibitors) son otro tipo de medicamento utilizado para tratar la HPB. Estos medicamentos bloquean una enzima llamada 5-alfa reductasa, que ayuda a convertir la testosterona en otra hormona llamada dihidrotestosterona (DHT). La DHT puede contribuir al crecimiento de la próstata, por lo que bloqueando su producción ayudan a disminuir el tamaño de la próstata. Este efecto no es inmediato, y por ello es normal que no notemos mejoría hasta pasados 2 meses de su inicio.
Los efectos secundarios más frecuentes de los inhibidores de la 5-alfa reductasa incluyen:
- Pérdida de libido: Algunas personas pueden experimentar una disminución del deseo sexual debido al efecto que ocasiona el bloqueo hormonal de la testosterona.
- Problemas de erección: Por el mismo motivo, podemos experimentar problemas de erección durante el uso continuado de 5-ARI.
- Riesgo de cáncer de próstata: Algunos estudios sugieren que los inhibidores de la 5-alfa reductasa pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata de alto grado. Sin embargo, otros estudios no han encontrado esta asociación y se necesitan más investigaciones para determinar el verdadero riesgo.
- Disminución del PSA. El bloqueo de la producción hormonal ocasiona una disminución del volumen prostático, lo que implica una disminución del PSA que puede llegar a la mitad del valor previo al inicio del tratamiento.
- Depresión: aunque su incidencia es muy baja, estudios recientes han demostrado una relación entre la depresión y el uso continuado de 5-ARI.
Así pues, la terapia farmacológica no está exenta de complicaciones. Cuando está bien indicada, puede tener efectos beneficiosos, pero obligan a tomar la medicación de manera crónica. La cirugía desobstructiva puede mejorar los síntomas urinarios a largo plazo evitando la mayoría de estas complicaciones. Consulta con nosotros para conocer la mejor opción para ti.
