¿Por qué operarme con un robot?
Abordaje mínimamente invasivo
La cirugía robótica con el sistema Da Vinci para el cáncer de próstata se realiza mediante un abordaje laparoscópico a través de 5 o 6 pequeñas incisiones en el abdomen. A través de una de ellas se introduce gas (CO2) para distender el abdomen y una cámara que permite al cirujano tener una visión en 3D y alta definición de la anatomía del paciente.
A través del resto de incisiones se introducen los instrumentos quirúrgicos de alta precisión que el cirujano maneja desde la consola. La mejor visión del cirujano y la alta precisión y movilidad de los instrumentos utilizados en la cirugía robótica aportan numerosas ventajas para el paciente.
Las ventajas
Menos invasivo y menos complicaciones
- Menor pérdida de sangre.
- Menor riesgo de complicaciones.
- Menos dolor.
- Menor estancia hospitalaria.
- Recuperación más rápida y retorno precoz a las actividades habituales.
- Recuperación más rápida de la continencia urinaria.
- Recuperación más rápida de la función eréctil.
FAQ
Preguntas Frecuentes
Es importante lavarte las manos antes y después de manipularla
Si haces esfuerzos para ir de vientre, puedes tener escapes de orina por fuera de la sonda o que la orina sea de color rosado. Esto no es una complicación y no tiene gran importancia. Beber líquidos va muy bien para mejorarlo.
Si tienes dolor o espasmos, puedes tener la vejiga irritada a causa de la sonda. Cambia de postura, relájate, hazte un masaje o toma calmantes para aliviarlos (previamente recetados por tu médico)
Los ejercicios de entrenamiento vesical también se conocen como «entrenamiento de la vejiga o de la micción». Son habitualmente recomendados después de una prostatectomía radical robótica.
Los músculos del suelo pélvico y el esfínter externo son esenciales para controlar la orina. Como sucede con cualquier músculo, el ejercicio regular los fortalece. Entrenar de 3 a 5 veces al día puede ser suficiente para recuperar el control de la vejiga.
Para tomar conciencia de tu cuerpo, intenta cortar el chorro de la micción cuando orines. Si puedes detenerlo con la contracción, lo estás haciendo bien. Y si no lo logras al principio, no pasa nada: inténtalo de nuevo. Presta atención a los músculos correctos y no contraigas otros, como el abdomen, muslos o glúteos. Imagina que estás probándote unos pantalones 2 tallas más pequeños. Los
músculos que aprietas para cerrar la cremallera son los que buscas. Tendrás que contraerlos haciendo fuerza hacia arriba, imaginando que estás cerrando el paso a la orina.
Ahora que sabes los músculos que tienes que trabajar, vamos a ejercitarlos. Para que el músculo se fortalezca, es más importante la calidad de los ejercicios y la constancia que el número de repeticiones.
La elección de la mejor técnica de biopsia prostática depende de la situación clínica específica. La biopsia de próstata transrectal es común, donde se extraen pequeñas muestras de tejido a través del recto. Sin embargo, la biopsia de fusión, que combina imágenes de resonancia magnética nuclear (RMN) con ultrasonido transrectal, ha mejorado la precisión al dirigir áreas sospechosas. Esto reduce biopsias innecesarias y mejora la detección de cánceres agresivos. Otras técnicas emergentes incluyen la biopsia transperineal, que accede al tejido a través de la piel entre el escroto y el ano. La elección precisa depende de la evaluación médica y de la experiencia del equipo médico para determinar la mejor estrategia de diagnóstico en cada caso. En ISPRO, realizamos la biopsia por fusión transperineal, pues reduce el riesgo de infecciones prácticamente a zero.